Muy pocas pistas de esquí obligan a llevar el casco y en otras es recomendable aunque no obligatorio, pero la realidad es que este elemento debe formar parte necesariamente de nuestro equipo de esquí y no debemos esperar a que nos obliguen a llevarlo para hacerlo. Porque al fin y al cabo estamos hablando de protegernos a nosotros mismos.

Los hay de todos tipos, unos más ligeros que otros y unos mas bonitos que otros, así que vas a tener donde elegir. Los hay integrales, completamente cerrados o abiertos. De fibra de carbono, de policarbonato o PVC… En cualquier caso, lo más importante que deberemos tener en cuenta es que estén homologados para el deporte que queramos realizar ya sea esquí o snowboard. También deberá claramente adaptarse a la cabeza y no moverse. Y es que cada parte del casco tiene su función concreta, la capa intermedia absorberá los golpes y el interior mantendrá el calor y absorberá el sudor.

Los accidentes, aunque pensemos que nunca nos pasarán a nosotros, existen y las probabilidades también. Y utilizando un casco se pueden prevenir muchas lesiones y daños.

A los niños sí que solemos protegerlos y todos ellos los podemos ver con el casco puesto aprendiendo en las pistas y divirtiéndose como nunca, pero hay muchos adultos que siguen sin llevarlo.

Otra consecuencia que aun no hemos comentado que puede derivarse de la falta de uso del casco en este deporte es la muerte. Y es que desgraciadamente los traumatismos craneales son la pincipal causa de muerte en las pistas de esquí, algo que podría evitarse y reducirse considerablemente con el uso del casco.

La buena noticia es que cada vez más estaciones obligan a su uso o incluyen la recomendación entre sus normativas.